Túnel sensorial Encanto

¡Buenas familias!

Pues parece mentira pero llegamos al final del proyecto. Las caras de mis compañeras y la mía resumen la satisfacción de haber aprendido y disfrutado al mismo tiempo que lo han hecho nuestros niños y niñas. 

Han pasado casi dos meses desde que aparecieron en nuestras clases unas cajas misteriosas con una carta, flores, unas gafas verdes y unos códigos QR que nos daban pistas sobre lo que nos esperaba.

Ayer miércoles los niños y niñas pudieron pasar por la puerta Madrigal y entrar en el mundo de los sentidos de la mano Mirabel y el resto de personajes de la película "Encanto"

El gimnasio del cole se transformó en unos espacios donde poder experimentar y sentir a través del propio cuerpo, poniendo los cinco sentidos en ello. Ya lo dijo Aristóteles, nada hay en nuestra inteligencia que  no haya pasado antes por los sentidos.

La primera parada en el recorrido del túnel fue en el espacio del oído. Allí nos esperaba la mamá de Triana y una mesa con la foto de de "Dolores Madrigal" y unos teléfonos. Dolores tiene una audición mejorada y oye hasta el más mínimo ruido.

La sorpresa fue grande, ya que al igual que Dolores, pudieron escuchar y reconocer las voces de sus familiares  hablando sobre sus cualidades, dones y gustos. Dar las gracias a las familias por dedicar un tiempo a grabar los mensajes y a Ainhoa, nuestra delegada por la tarea de recopilar y enviar sin que se perdiera ninguno.

                                       

La segunda parada nos  esperaba con un mundo de olores por descubrir de la mano de la mamá de Mohammed y el papá de Julen.  Isabela Madrigal, otro de los personajes de nuestra película tenía el don de crear hermosas flores. Los pequeños en este espacio han podido oler y tratar de adivinar esencias como la lavanda, el limón, coco, canela, curry o romero.

Algunos dudaban antes de intentar oler, pero poco a poco fueron cogiendo confianza.

Aquí nuestra compañera Nela recitando la poesía "romero , romero, que salga lo malo y entre lo bueno"

Llegamos al espacio de Pepa Madrigal, en el nos esperaban los padres de Hidaya con unas bandejas llenas de elementos para poder tocar. Cambios de formas, colores, diferentes pesos y texturas y un sin fin de posibilidades utilizando elementos del entorno y un poco de imaginación.

Harun comprobaba que su creación se mantenía en pie, así que siguió añadiendo piezas tratando de equilibrar

En este espacio un niño realizó la grafía de la vocal U con plastilina y ya decidieron continuar con más letras

Ya casi he llegando al final del túnel, realizamos una parada en el espacio de Mamá Madrigal donde nos esperaban la abuela de Ariadna y la tita de Julen. Ya nos recomendaron nuestros amigos los sanitarios del Centro de Salud que debíamos comer mucha fruta y verduras, pues ¡aquí están!

Brochetas de plátanos y mandarinas para reponer fuerzas. 

Más de uno repitió.

Con un poco de ayuda y paciencia lograban pelar la fruta

Y llegamos al final del túnel donde se veía una luz extraña. Este es el espacio de Bruno Madrigal, el personaje que tenía visiones. Nosotros pudimos ver en multicolor nuestras propias creaciones con la ayuda de la mamá de Julen.

Realizamos dibujos de nuestros cuerpos con unos rotuladores fluorescentes, y con ayuda de unas lámparas de luz violeta los veíamos brillar.

También dimos color con témpera fluorescente a las  esculturas otoñales que modelamos con arcilla y decoramos con ramas y hojas secas. El resultado fue espectacular.

Y para despedirnos volvimos a pasar por la puerta Madrigal para hacernos esta estupenda foto de grupo con nuestras familias voluntarias a las que siempre agradecemos su colaboración para que estas ideas  que se nos ocurren cobren vida  y que los niños y niñas sean los protagonistas.

Gracias a la seño Mónica por acompañarnos y hacernos las fotos.